lunes, 9 de agosto de 2010

Amar sin querer...


Ella sólo tachó una nueva fecha en el calendario. Recorrió los meses con su vista sagaz y maldijo en voz baja cómo la vida brincaba de un número a otro sin ninguna esperanza. Se sintió cansada, como si sesenta años de batallas se le hubiesen derrumbado encima. Se sentó en uno de sus sofás frente a la ventana y la puerta de entrada se abrió. Él entró con la obvia mirada de que aquí no ha pasado nada y a la vez todo. Habló algo pero ella no le entendió en su jerga ambigua y estresada. Quiso hacer el amor como todo hombre arregla un problema sin palabras, cambiar fácilmente la conversación por penetración, reemplazar el llanto por el sudor. Le acarició el cabello, le besó la boca estrellándose en la dureza de unos labios hostiles, la obligó a mover su lengua junto con la suya mas fue un baile torpe y sin sentido. El beso no dio la invitación a nada, no brindó la chance de ningún escape y él retrocedió, sintiéndose ofendido, absurdamente atacado. Ella se incorporó bajo un manto de serenidad, caminó hacia la puerta y se marchó en silencio. Ya no quería amar sin avanzar. Ya no quería seguir contando sus guerras como lágrimas perdidas en el mar.

4 comentarios:

Patricio Ogaz D. dijo...

Ser dotado de inteligencia no implica ser intelgente... hasta este comentario no lo és. Me refiero a que las acciones dictadas por la razón, no siempre estan acorde a los sentimientos. Los sentimientos nobles al momento de ser rodeados de la metastasis de otros no tanto (sobervia, orgullo, egoismo,etc.), nunca podrán ser trasmitidos ni recibidos en la forma esperada... Entregarse de forma incondicional es excelente... lo malo es cuando esa incodicionalidad implica la esclavitud de tu libertad desde la otra persona. Amar y ser libre, llega a ser contradictorio ¿Cómo entregarte de manera tal que no caigas en una hermosa jaula de sentimientos?

AnDRóMeDa dijo...

Vaya, vaya... Patito!!!
Hola mi niño,
Gracias por pasar a leer desde este muro de desvaríos. Muy buenas tus palabras, parece contradictorio eso de amar y ser libre, sí, pero no son antónimos bajo ningún concepto.
Un besote, cuidate y nos vemos luego!

Anónimo dijo...

que buen analisis de Patricio, creo que cuando la incondicionalidad, amor y generosidad, no son reciprocos se cae, en el fracaso esclavitud, y en lo ya descrito.
Tema pa largo pero creo si o si que el amor debe ser = en las dos personas.

Saludos niña.

D.E.

AnDRóMeDa dijo...

Tienes razón, Daniel, el amor y también la libertad deben ser iguales en ambos amantes. Gracias por leerme, mi niño. Cuidate!