jueves, 17 de abril de 2014

Mariposas



Esa tarde atrapaba mariposas con mi red en el jardín de la casa. Mi hermano mayor reía cuando fallaba y yo porfiaba porque no me gustaba perder frente a él. Mi padre se asomó por la ventana con una sonrisa que nunca le había visto antes.

-¡A ver si atrapas a tu hermano y lo devuelves a oruga!- me dijo bajo un tono duro y burlesco. No supe si reír o quedarme callado. El rostro de mi hermano de inmediato se volvió triste y serio.

En la noche, acostado en mi cama de Buzz Lightyear, mi hermano me leyó un cuento sobre seres submarinos que asombraban con su belleza y bondad. Al terminar, me besó en la frente como pocas veces lo hacía fuera de mi cumpleaños y salió de la habitación. Me quedé pensando en esos seres hermosos imaginando sirenas y tritones en lo profundo del océano. Al rato me levanté descalzo y salí a buscarlo para hacerle unas preguntas que me quedaron dando vueltas en la cabeza. No estaba en su cuarto y fui al baño. Abrí la puerta y ahí estaba, en la bañera. Mi padre llegó y gritó como un loco. No supe el escándalo por bañarse en agua colorada. 


lunes, 14 de abril de 2014

Aquellos que hacen nada y lo obtienen todo



Hay quienes engañan y caminan entre la gente con máscaras, con sonrisas de adorno y abrazos fríos como inviernos largos. Hay quienes disfrutan de la vida deseando desgracias y miran todo con ojo infame, indiferente, al igual que un ave carroñera esperando su turno. Hay quienes obtienen reconocimientos y amistades ciegas por entregar cinco minutos de lealtad tan ligera como el aire, lealtades de mierda que se ofrecen dos por uno en las ofertas. Hay quienes no tienen cicatrices ni arañazos en el alma porque no tienen idea de apostar algo más que sólo palabras. Hay quienes viven de envidia y malicia y caminan erguidos por la calle recibiendo saludos y aplausos.  Hay quienes no temen destruir ni juzgar porque no es su piel la que van a linchar, es la de otros. Hay quienes no tienen memoria alguna, que prefieren olvidar para seguir con la normalidad, con la ficción creada por un mundo sin tolerancias y, lo que es peor, desechando corazones que sirven dejándolos tirados por el camino… mientras que por otro lado, hay quienes se retiran con dignidad y luego escriben en su blog para entender si no pertenecer a ellos está mal.