viernes, 23 de abril de 2010

El Día del Libro


Las historias están allí y me ayudaron a esbozar monstruos sombríos en mis paredes gracias a las ramas afuera de mi ventana. Me tiento con caballeros hidalgos, batallas apoteósicas y ogros temibles bajo los puentes. Me embriago de líderes y convicciones férreas que movieron países y flamearon banderas. La palabra escrita puede hacer estallar un ideal. El que escribe miente diciendo la verdad. La ficción brinca de las páginas entrelazándose con una realidad mucho más rica, más atrayente. No soy más que una exploradora de atajos intransitables por donde sólo un escritor se atreve a caminar. La vida sucede, los personajes nacen, los personajes mueren… una novela teje lo que se quiere decir con lo que está dicho y se crea un nuevo lenguaje en cada una de sus páginas. Hoy la inspiración vibra de regocijo, hoy las historias pelean por protagonismo, hoy los dragones, los magos, las doncellas, los héroes están paseando entre nosotros, soplándonos la nuca, rozando nuestras manos. No quiero perder la fracción de inocencia que me queda, no quiero perder esa ensoñación típica de quien pretende escribir… quiero verlos jugando con mi cabello y sonreírles de buena gana, antes de que regresen como fantasmas a sus libros y den la fiesta por terminada.

2 comentarios:

Drama Queen dijo...

Adoro cada metafora que utilizas en tus escritos, Amy. Amo la forma tan tuya de expresarte y que nos deja a todos con un excelente sabor de boca.

*-* Te quiero!

AnDRóMeDa dijo...

Mi niña,
Gracias por leerme por estos caminos de desvaríos que a veces transito. Te mando un beso y gracias de nuevo!
TQM, bye!!