viernes, 10 de septiembre de 2010

Sin religiones


Déjame darle a la pared con mi puño, darle patadas al tiempo y empujones al fuerte huracán. Déjame, por favor, ir de menos a más. Déjame desafiar a las dictaduras y cuestionar las religiones, que con su fe hipócrita sólo mueven montañas entre los amantes. Si no escapamos ahora su odio nos alcanzará convirtiéndonos en dos extraños más separados por el mar… - dijo la chica católica cuando comprendió que le prohibían amar al protestante. Lo tomó de su mano con fuerza– ¡Que sea Dios y no el hombre quien nos impida seguir adelante! – y así zarparon en un buque hacia el horizonte para poder casarse.


Trozo dedicado a la memoria de Carmen Blest, acusada de delincuente por casarse con un protestante en 1845.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me ha encantado esta entrada, de verdad :) Las religiones son extrañas... Yo sigo a Dios, Jesús y sus mandamientos pero aveces las religiones te jalan y te llevan a la perdición igual, yo por ejemplo prefiero buscar a Dios sóla a que otra persona que cree que tiene más fé que uno me meta vainas en la cabeza que aveces no es cierto. Pero sabias palabras las de la chica catolica enamorada :) que sea Dios y no otra persona el que impida su amor!!!

Gracias por tú comentario! Me alegro de que te haya gustado.