lunes, 6 de septiembre de 2010

Permiso


Me sorprendió una lluvia de aquellas que se echan de menos en verano al salir de la oficina. Corrí por las calles sintiendo las gotas gordas aterrizar en mi cabeza y en mi blusa, una prenda delgada que vestí por culpa del meteorólogo que en televisión dijo estaría despejado. No me importó, como tampoco me importó pisotear los charcos con entusiasmo. Ya no tenía sentido esquivarlos. A pocas cuadras estaba la estación del Metro y bajé por las escaleras toda empapada. La gente me miraba como si estuviera loca y entonces entendí que sólo a los niños se les permite no usar el paraguas. Por alguna tonta razón sentí que debía disculparme.

5 comentarios:

hernan dijo...

Si se trata de elegir entre cobijar bajo un paraguas a una dama en una tormenta, o en correr junto a la que la desafía sin protección, todavía elijo lo segundo. Dile a la gente de tu metro que puede arrojarse a las vías, que yo no extrañaré a nadie.

Leticia Hernández dijo...

A mi me encanta la lluvia! Me acuerdo cuando un dia q estaba en el instituto haciendo educacion fisica, llovia tantoo q el profesor dijo q nos fueramos para adentro, yo y pocos más nos quedamos fuera y nos empapamos, ese dia llovio como nunca habia llovido en Ibiza, nos tiramos en charcos y jugamos a futbol, fue genial, inolvidable. Luego no nos dejaron entrar en clase si no nos cambiabamos, asi q tuvimos q llamar a nuestros padres. :D me encanta lo q escribiste.

El viejo bahúl dijo...

Yo aún soy una niña. Y me encanta mojar. Y realmente me da igual lo que puedan pensar.( de momento) Pero creo que siempre podemos volver a ser niños. Besito =)

Örangel Manuel dijo...

jaja me ha dado un poco de risa la entrada, por la diversión, aunque no debes pedir disculpas, es libre el deseo de expresar sus sentimientos! así que WHATEVER con los demás! Me ha encantado TU BLOG, la forma como escribes, de igual manera te invito a que me sigas y te des un vistazo por el mio http://leunamlegnaro.blogspot.com/ saludos! hablamos

Unknown dijo...

La lluvia es bien chevere, correr con ella cómo si nada importara, ni un resfriado es una sencasión increíble, aunque eso a la gente "mayor y cuerda" le parezca estúpido y de niños, oye, todos hemos sido y somos niños!, c'mon.

Tú entrada me gustó mucho y tú blog me encantó. Me lo recomendó mi amigo Orangel { http://leunamlegnaro.blogspot.com/ } veo que te comentó.

Bueno, sin más que decir me voy, te invito a que te pases por mi blog, un beso.