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Conclusión
Después de horas de sexo, de sentir sobre mi
piel tu sudor, dentro de mi boca tu lengua descontrolada, de oír palabras tuyas
chocando contra mi cuello, absolutamente nada me parece más perfecto ni
excitante. Miro la ventana y comienza a aclarar, se escucha el canto de las
aves. Tú, desesperado, coges tu ropa desperdigada por el piso en una batahola
incompresible. Maldices la hora, puteas a mi gata que se atraviesa en tu camino
y me besas fugazmente en la frente antes de salir del apartamento. Las sábanas
aún siguen húmedas. Me quedo mirando la mañana entre mis cortinas y llego a la
conclusión de que odio a los pájaros.
2 comentarios:
Que esos trinos puedan ser lo que rompa un momento tan único... Me encanta la frase final con la que le das la vuelta a un relato fabuloso. Y la foto es maravillosa.
Un beso
JM
Gracias, mi niño,
Como siempre presente por estas letras perdidas en el universo.
Cuídate mucho.
Un abrazo.
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