miércoles, 20 de marzo de 2013

Waste




 Miro por la ventana las hojas caer como una lluvia lenta, parsimoniosa y conciliadora. Siempre rindo culto al otoño y no sé si lo sabrá, si se dará cuenta de que miro su cielo de plata con los ojos más encendidos y la sonrisa más dibujada. El frío se vuelve compañero y los recuerdos de tiempos pasados llegan en tropel compitiendo en cual llega primero y escribo sobre ello. A veces me siento tan atosigada de momentos que no puedo escupir nada coherente y sigo los pasos perdidos como un militar desmotivado. Hoy comprendí que se me fueron meses entre los dedos, desperdiciados, derrochados  cual agua de grifo abierto. Mi tiempo corre por las calles, corre formando un río triste que se cuela por los recovecos de una ciudad que no le importa nada, sólo brindar lucro e injusticia en dosis de insulina. A nadie le importa ver cómo se pierde el tiempo y el agua como sinónimos.
Esta noche ron con coca cola para cenar.

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