martes, 7 de julio de 2009

Palabras atropelladas




Hola, ¿qué tal? No tienes idea de lo mucho que te he echado de menos. ¿Que por qué te llamo?, Sólo necesitaba saber de ti, ¿Tú no necesitas saber de mí?, ¿Recuerdas nuestras antiguas pláticas? ¿Te sigues riendo como yo cuando te acuerdas de alguna?... Hoy pensé en ti mientras caminaba por Santiago. Es hermosa esta ciudad en invierno, ¿verdad? La cordillera se eleva por encima de los edificios vestida de un blanco impoluto, radiante. La lluvia siempre logra rodar suave a pesar de la rudeza en las calles y el viento hace lo suyo, acariciando y sanando el paso del verano. Me encanta cuando el cielo se muestra ataviado de plata. El gris y el dorado combinan tan perfectamente que me encandilan la mirada. Tu rostro se me vino a la mente, no pude explicarme muy bien el por qué. Cuando atardece y las nubes se encienden en llamas, la melancolía me asalta despiadadamente. La dejo actuar en mí sin resistirme ¿sabes? No hay mejores palabras escritas que las que brotan del corazón agobiado y la mente enardecida. Veo todo más claro con lágrimas en los ojos. No te rías que es cierto… ¿Que a qué se debe mi llamada?, sólo necesitaba saber de ti, ya te lo dije… ¿Tú no necesitas saber de mí?, ¿Cómo va todo?, ¿La noche se siente igual de breve que aquí?, ¿No sientes que la luna nos abandona muy rápido, siendo que ávidamente la esperamos para inspirarnos?, creo que se ha vuelto soberbia y no la culpo, cuántas metáforas bellas me ha regalado… ¿Y qué hay de las madrugadas?, ¿Has salido al rayar el alba para oler la frescura del rocío?, ¿No?, deberías hacerte el tiempo, los detalles merecen de tiempo porque la vida está compuesta de detalles, sería como no vivir prácticamente… ¿Te has detenido a pensar en qué invertimos nuestro tiempo?, si no es a lo que nos gusta entonces es como arrojar riquezas al mar. He intentado empujar las manecillas del reloj a mi favor para no volverme pobre e infeliz, lo he logrado algunas veces… ¿Ya tienes que cortar?, siento haberte interrumpido pero dame un segundo, aún no te digo lo más importante. Mierda, debo meter una nueva moneda, espera...
Sigo siendo una amante del rodeo a la hora de ser concisa, ¿no?, ya me conoces: alma de escritora. Todavía sigo escapando de la rutina escribiendo un poco cada día. Vivo la vida con ese estúpido deseo de jugar a ser Dios por un par de horas. ¿Es eso posible o es Él quien me sopla las historias al oído?... ¿Cómo dices? Sí, son sólo desvaríos, hablo por hablar, nada más… ¿Por qué no me has llamado?, ¿Por qué soy yo quien debe recordar siempre?, no te estoy reprochando nada, sólo tengo curiosidad… ¿Que si acaso llamé para recriminarte?, por supuesto que no. Sólo necesitaba saber de ti, ¿Tú no necesitas saber de mí?... ¿Nunca has tenido esa necesidad urgente de calor cuando sientes la piel fría y marchita?, ¿Jamás has extrañado una mirada sincera luego de recibir mil mentirosas?... Anoche soñé contigo. Caminábamos por medio de un jardín extenso, lleno de Dientes de León. El viento los desmembraba soltando sus semillas como infinitos y diminutos paracaidistas por doquier. Tú tratabas de capturarlos, yo reía. Hacía mucho tiempo que no reía de aquella manera. Desperté sonriendo, creyendo que había sido cierto. Sin embargo, la sonrisa se desvaneció poco a poco y después lloré… momento, la operadora dijo algo que no escuché… ¿Ya debes irte de todas maneras?, de acuerdo, creo que he hablado como una locutora de radio todo este rato. Sueno atropellada y deprimida, perdón, distraída, ¿verdad? Discúlpame… ¿Puedo llamarte mañana?, ¿No estarás en casa?, sé que tienes una agenda apretada pero quería escucharte y hablarte calmadamente… ¿Te dije el motivo de mi llamada? ¿Te dije que necesitaba saber de ti?, y lo más importante: ¿Te dije ya lo mucho que te quería?... ¿Hola?, ¿Me escuchas?... “Introduzca una moneda, por favor… introduzca una moneda, por favor… introduzca una moneda, por favor…”

6 comentarios:

Diego Jurado dijo...

Impresionante Andro, impresionante. Me has dejado sin palabras. Hay frases memorables, imágenes bellísimas. Me ha encantado. Es de las mejores cosas que te he leido. Y el fondo es tan... melancólico, apasionado y apasionante que...
Un placer.
Un beso.
Diego

Anónimo dijo...

Definitivamente Andro, poses un alma de escritora. De poeta.
Me ha encantado, mil veces, y si me lo permites admito que me agrada más que lo que ha escrito Allende, con todo y que sea la mejor escritora latinoaméricana. x_x
Es bellisimo.
simplemente bellisimo
y la manera en que llevas el mensaje, por palabras, segundos que avanzan y sin necesidad de pompa y tambora, entras como conquistadora.
Lo amé.

un beso.

CecilB dijo...

snif q triste...muy lindo doña! No me sorprende para nada lo bien q puede describir los sentimientos de esa mujer con tan solo describir ese monólogo me melancólico, casi desesperado...pobrecita...
Igual desp quiero saber de donde surgió la inspiración para ese relato...Es precioso!!

Es verdad...ud puede ser más q Isabel si quisiera...

Besote enorme...
Ce =)

AnDRo dijo...

Diego,
Gracias por tus impresiones de este escrito que fue un total desvarío. Creo que algo externo me invadió y escribió por mi estas líneas :P
Un gusto tenerte aquí espero que podamos platicar muy pronto. Se le extraña ;)
Un beso!

Gaby,
Querida mía, gracias por pasar por aquí y dejar su huella. Tus palabras me han hecho sonrojar, en verdad, ya sabes q Isabel es mi idola y sólo pensar en alcanzarla me vuelve ciega del sacrilegio.
Un abrazo, mi niña!

Ce,
Mi amada doña,
Gracias por darse el tiempo de leerme aquí. Jejejeje.. así q quiere saber la fuente de esta inspiración? xD siempre tan curiosa, no? Los magos no revelan el secreto de sus trucos... eso podría aplicarse en los que escriben también, jeje ;)
Un beso enorme, nos leemos luego!

Ondina dijo...

Speechless...

Anónimo dijo...

Uno no debe sonrojarse por los meritos que merece, Tú lo haces, y demuestras humildad. Eso solo logra ensalsarte más.