
Y empezó a temblar. No se había dado cuenta hasta ver la bola de la disco moverse como péndulo rabioso sobre su cabeza. El movimiento aumentó y no se había dado cuenta hasta que la gente comenzó a gritar y a empujarse hacia la salida. El mar se salió y no se había dado cuenta hasta recibir el muro de agua aplastando su casa. Sobre lo último no puedo culparla, jamás dieron la alarma.
2 comentarios:
Joder, me has dejado helado. Al principio, totalmente descolocado. Y al final helado, porque me he metido en escena.
Muy impactante.
muy descriptivo...te felicito por tus envolventes letras...
bss
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