domingo, 30 de enero de 2011

Si tú no... yo tampoco


Cuando te dejé en la estación de trenes y te dije que te extrañaría, te estaba mintiendo, no lo haría… porque sabía muy bien que tú no lo harías. Me sonreíste nerviosamente sin decir nada y con ello me lo confirmaste. Esperaba que me respondieras, que me mintieras como yo lo estaba haciendo por lo menos, ni siquiera eso pudiste hacer. Sentí como si la recámara de mi revólver estuviera llena de balas y la tuya completamente vacía. Ante un pacto de suicidio, tú me habrías visto morir y yo muriendo por ti.

2 comentarios:

Lara dijo...

Hay algo en mi blog que lleva tu nombre, pasa a recogerlo.
Cuatro besos de esquimal.

Ondina dijo...

Aaaaaaah!!!!!!!!!! Duro y a la cabeza, mi estimada!! Precioso.