martes, 29 de junio de 2010

La nueva princesa


Escupí el pedazo de manzana, desperté de ese sueño pesado que me sumía en la inconsciencia, mandé al carajo a los enanos y a mis hermanastras que me controlaban la vida. Vendí el espejo, despedí a la hada madrina, lancé el carruaje por un barranco y subasté los zapatos de cristal al mejor postor. Los falsos príncipes me hablaron de sus actos heroicos y yo, a la vez, de mis sueños y ambiciones. Al oírme, se volvieron sapos en menos de un segundo para saltar lejos de mí hacia un mejor arrollo. Era de esperarse. Uno de ellos se atrevió a más y me llevó en su caballo blanco por el sendero. A medio camino el animal se rompió una pata y no dudé en sacrificarlo porque estaba sufriendo. El príncipe se quedó mirándome espantado mientras que yo, con el vestido recogido, crucé el puente hacia la ciudad. Tenía que hablar con el escritor para que me consiguiera un empleo, una vida de verdad. Ya estaba harta de dormir eternamente y esperar.

6 comentarios:

Leticia Hernández dijo...

O.O uff, simplemente genial! :)

Diego Jurado dijo...

Me ha encantado. Rápido, sencillo y preciso, bonito.
Cuídate mucho, Andro.
Un beso.

Anónimo dijo...

Muy viscesarl, intenso, se penso y se escribio, a veces los mas espontaneo es lo mejor. Se agradese el despertar, remecer los sueños empolvados.

Daniel. E

AnDRóMeDa dijo...

Leticia,
Muchas gracias. Esas breves palabras consiguen sonrojar ;)
Un besote

Diego,
Mi niño, gracias x pasar por estas calles. Te mando un abrazo!

Daniel,
Fue una sorpresa leerte por aquí. Gracias por seguir mi espacio!
Cuidate!

Anónimo dijo...

Genial, sencillo pero lindo.

ny dijo...

wachy, como siempre, me encanta todo lo que escribes!!!!
besos!!!!sabes que te sigo desde japón :D