viernes, 27 de abril de 2012

¿Por qué tardaste?

Hoy pude haber dejado el paraguas en casa pero salí con él para cubrirme de la lluvia. Estaba enfadada, enfadada con las nubes grises, enfadada con las hojas empapadas bajo mis pies, enfadada con los charcos que esquivaba con dolor y, testaruda, subí al autobús sin querer mirar hacia arriba. 
Había pasado tanto desde la última lluvia sobre esta ciudad que al sentirla de nuevo, mi pensamiento fue: ¿Por qué mierda tardaste tanto? ¿Por qué me tenías atrapada a merced de ese maldito verano? No quise fijarme en las gotas, no quise aspirar a todo pulmón el exquisito perfume de la tierra mojada ni imaginarme escenarios idílicos de amantes en otoño para luego escribirlos. No. No quise inspirarme. Hoy no quise creerme poeta, novelista ni cantante.

No hay comentarios: