domingo, 25 de septiembre de 2011

A salvo


Visité el manantial de mis memorias encontrándote al instante. Tenías tus ojos claros, tan claros como la primera vez que los vi y me sonrieron, es muy difícil hallar a alguien que sonría con la mirada. Y no creas que no he tratado, he buscado hasta el cansancio y aburrida me salpico mejor en la lluvia suave de mis recuerdos. Allí estoy a salvo del mundo, allí estás a salvo de tu mundo.

Me quedo fumando. Te traigo a mi noche fumando, alejando el aroma de la añoranza que me tiene apestada. Y todavía te quiero aquí, y todavía me quiero contigo, y no quiero esperarte porque sé que cuando llegues ya no serás como antes. Serás un papel en blanco en donde deberé reinventarte, escribirte para ensamblar las piezas que tengo de ti y que malditamente me siguen a todas partes.

3 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

Ay. Es lo que tiene esto que llamamos vida, cariño.

Muchas gracias por tu felicitación de cumpleaños.
Miles de besitos para ti.

Anónimo dijo...

A veces los recuerdos nos juegan malas pasadad...
Échale un vistazo a este blog, tal ves te interese! un saludo :D
http://dont-destroy-the-small-ideas.blogspot.com/

Mononoke- dijo...

Tiene un toque nostálgico y melancólico este texto. Pero los recuerdos es lo que nos queda de las experiencias que vivimos, no deberían entristecernos, más bien al contrario, es la prueba que demuestra que estamos viviendo. Un besazo. :)