lunes, 15 de agosto de 2011

Melancolía de una escritora


Se vio a través de sus ojos y no le gustó. Vio que una luz gris cubría su semblante volviéndola desconocida, cínica, alguien en quien nadie puede confiar. Se estremeció al llorar, tuvo que cerrar sus propios ojos para dejar de mirarse. Arrancó varias hojas de su cuaderno donde escribía y escribía mierdas sin sentido, textos ficticios que sólo denotaban más su patético pensamiento de hacer todo bien cuando en realidad la cagaba aún más. Era una escritora perdida, extraviada entre los chispazos de su inspiración nefasta. Las páginas en blanco de pronto se llenaron de rayas y garabatos entorpeciendo así lo que alguna vez llamó espejo del alma. Le bastó conocerse más bajo la perspectiva de los demás para darse cuenta que no se conocía en lo absoluto. Prefirió obligarse a seguir escribiendo, encadenarse a su escritorio como Andrómeda a una roca, ofrecida a un monstruo famélico que podría ser más real y respetada que ella.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Alguna vez, le paso a los mas grandes escritores del mundo, no podría precisar a cuantos de ellos,pero lo que es cierto, es que nunca se dieron por vencido, sigue adelante niña, eres muy buena, nunca voy a dejar de decirlo... Cuidate mucho, nos vemos... Saludos desde el frio cerro..