Ha sido frío, extremadamente frío este
invierno. Creo que a diferencia de otros años, esta estación se coló hondo en el
interior del cuerpo, lo llevo por dentro, me escarcha la sangre y me congela
los huesos. ¿Dónde estás para regresarnos el calor? ¿Adónde te llevaste el sol
dejando sólo una bombilla triste sobre nuestras cabezas? ¿Qué se debe hacer para que veas lo que
provocaste con tu ausencia?
Sé que estás viajando, sé que vuelas lejos
de aquí recorriendo el mundo, los mares, los cielos, y de seguro sintiéndote
pleno. Regresa, aunque sea por un instante, vuelve y dinos que es la aventura
más maravillosa que has tenido, que la vida te quedó chica y regálanos el
verano de tu sonrisa. Te dejaremos ir, te devolveremos a la Gloria de donde
viniste pero primero vuelve a calmar el dolor, a secar las lágrimas y abrazar
nuestras almas. El tiempo ahora es tuyo, cada minuto que pasa, y que sin ti… se
siente como un reloj de arena mojada.
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