Poco a poco la lluvia comenzó a engrosar hasta volverse escarcha. Las gotas ya no caían con fervor sino que flotaban delicadamente hasta aterrizar en el suelo cual verdaderas plumas de un agosto compasivo. Nunca había visto nevar, nunca había visto al inverno vestirse diferente frente a mis ojos. Salí de la oficina casi corriendo sintiéndome una niña. Con el rostro hacia el cielo el escozor del hielo me picó la piel y sonreí. Muchos de los adultos que estaban allí también viajaron en el tiempo retrocediendo años, recordando tal vez lo que era alegrarse por cosas sencillas y gratuitas. Algunos se atrevieron a mojar sus chaquetas de cuero y pantalones Dockers, otras ignoraron sus peinados y tacones altos. Es la lluvia, es el charco, es la nieve lo que nos hace revivir la infancia con su leche con chocolate caliente. Hoy tengo ocho años nuevamente.
jueves, 18 de agosto de 2011
Nieva sobre la ciudad
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7 comentarios:
Notable prima! cada día escribes mas pro!
en este instante envidio que estés en el planeta de la nieve, mientras yo sigo mirando mi guater pece en el planeta de cemento.
Un besote,
Mauro.
Liiiiiiiiiiiiiiiiiiiinda Mandi!!!!
Reflejas lo que a muchos nos pasó, recordar lo rico que es ver algo tan maravilloso como es nevar (para los que no tenemos siempre esa posibilidad)……..un espectáculo grandioso que nos tocó vivir hoy y juntos
Gracias a la lluvia y el frio por darnos este regalo :D
Quiero mi chocolate caliente ahora!!! jajajaja
Un abrazo!!
Negrita.
Que linda Amanda!! Es verdad yo quería sacar mi snowboard….
Besos…
Bamba :)
Qué bellas palabras! :)
Linda sensación la de volver a cierto momento de la vida!
Es bellísimo estar en la primera nevada de la temporada. Da una especie de esperanza, no sé.
Muchos besos.
Que genial :) Pero la verdad es que me da lástima pensar ya en el invierno! quiero más sol para mi piel :)
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