viernes, 10 de mayo de 2013

Pero te amo




Habrá momentos en los que no seré tan perfecta como me describiste al nacer. Habrá momentos en que te haré llorar, en que seré el ácido que carcome tus huesos y te impulsará a envejecer más que los mismos años. Seré quien teja canas entre tus cabellos castaños y cortará tu piel de arrugas absorbiendo tu juventud. Tu preocupación vive colgada a mi cuello y yo abusaré de ello tirando de la cadena como un perro ansioso. No olvido esas historias relatadas por ti cada noche, que a pesar de estar agotada revivías a mi lado y sonreías con energía acariciándome con las palabras. Tu aroma se impregnaba en mi ropa y sabía muy bien que podría reconocerte en cualquier parte y a cualquier hora.

Habrá momentos en que te decepcionaré, tanto que gritarás contra la almohada qué mierda hiciste mal. Y yo te diré que nada. Nada has hecho mal. De hecho, hiciste todo demasiado bien. En tu sabiduría ancestral me cobijaste en tu pecho y dormí con mis errores bajo tu desvelo, con tu suavidad absoluta espantaste mis insomnios y calmaste mis demonios. Habrá momentos en los que no me reconocerás, pero te diré que en mis ojos todavía quedan restos de la niña que pariste y que todavía desea correr a tus brazos y llorar por sus heridas, por la bicicleta que no acompaña, por el perro del vecino que la asusta. Sigo siendo yo, la que te dolió, te duele y te dolerá… sigo siendo yo, más grande, más torpe, más imperfecta. Sigo siendo yo, tu pedazo, tu propiedad, tu hija.